Ayer tuve la oportunidad de asistir al estreno de la película Ferrari, gracias a la invitación de Caribbeann Cinemas RD. Aunque no soy una apasionada de los coches deportivos, esta película me dejó reflexionando profundamente sobre la vida de Enzo Ferrari y todo lo que implicaba "La Mille Miglia". Ver parte de la historia de "Il Comendatore" fue impactante.
Hoy en día, ver un carro Ferrari es emocionante para muchos y tenerlo es un sueño para otros. Pero después de ver esta película, ya no puedo ver este superdeportivo con los mismos ojos. Detrás de cada Ferrari rojo pasión o amarillo enérgico hay historias fascinantes que quizás nunca serán contadas.
El director de la película, Michael Mann, nos muestra a un Enzo frío, determinado e incapaz de permitirse desbordarse ni por un segundo. Pero también nos muestra su lado humano y su necesidad de amar y ser correspondido, algo que ya no tenía con su esposa.
Durante la película, hubo algunas frases que llamaron mi atención. Por ejemplo, cuando Enzo hablaba con Lina Lardi, madre de su segundo hijo, ella le preguntó cómo se sentía con las muertes en las carreras, y él respondió que ya había perdido a dos amigos manejando sus vehículos. A partir de ese momento, se dijo a sí mismo: "Enzo, construye un muro o dedica a otra cosa". El señor Ferrari tenía claro el alto precio que debía pagar y siempre estuvo dispuesto a hacerlo.
Cuando se acercaba la carrera final, Enzo, durante una comida con Alfonso de Portazgo, Edmund Nelson y otros pilotos y copilotos del equipo, les dijo: "Todos sabemos que la muerte nos ronda, así que si suben a mis autos es para ganar; frenen después". Estas palabras revelan la alta competitividad de "L’Ingeniere", como también solían llamar a Enzo.
Este artículo se queda corto para describir la vida de Enzo Ferrari, pero quiero resaltar la bestia indomable que fue, eligió ir por todo o nada. Me quedo con la determinación brutal de Enzo a ganar, con el acelerador pisado y la decisión de frenar después. Me reafirmo en que la muerte nos rodea y es el único destino seguro al que todos iremos algún día. Me quedo con la idea de construir muros que protejan y sostengan mis emociones cuando todo a mi alrededor se desplome, me quedo con su brutal determinación.
Enzo Ferrari fue un hombre decidido a ganar, y su historia nos inspira a perseguir nuestros sueños con la misma pasión y arrojo.